Haz tu propia hamburguesa

Hamburguesas de carne, de pescado, de legumbres, de verduras, de quínoa, de soja texturizada…, tantas variedades como te apetezca, lo importante es que las hagas en casa de la manera más natural posible.
Llevar una alimentación sana significa cocinar de una forma saludable, y esto lo conseguimos gracias a la calidad de los alimentos que ponemos en nuestra mesa.
Hoy no quiero dejarte una receta, quiero hablarte de otras alternativas a la hora de comer, y creo que poner como ejemplo un tipo de comida tan extendida y calificada como comida basura, es la mejor manera de comenzar a dar pequeños pasos para que puedas reiniciarte en una nueva manera de relacionarte con los alimentos.
Parece que cuanta más variedad y abundancia disponemos, más ansia de querer comerlo todo de golpe tenemos.
Sin duda el ritmo de vida, el estrés, y sobre todo el excesivo bombardeo del consumismo, tienen mucho que ver con ésta forma de comer con la que últimamente se relacionan muchas personas.
Yo pertenezco a la generación de los 80, y en esa época, al menos en mi caso era así, comer hamburguesas, pizzas u otro tipo de comida rápida, era algo que sólo se daba de forma ocasional.
En la actualidad en muchos hogares, esta forma de comer es el pan nuestro de cada día.
Nosotros en casa también comemos hamburguesa, ¡claro que sí, además nos encanta!
Te estarás preguntando que vaya rollo te estoy contando para luego decirte que yo también como hamburguesas 😉
A donde quiero llegar es a observar el modo en el que comemos, no ha dejar de comer alimentos que nos gustan, si no ha mejorar la calidad de esos alimentos que depende de la forma y la manera en que los consumamos, pues de ello depende que puedan resultar más o menos saludables.
Mira las imágenes donde se refleja la evolución en la forma de comer en la actualidad, sobre todo es la tendencia que siguen los más jóvenes.

Hamburguesa simple con verdura

Hamburguesa doble con verdura

Hamburguesa XXL sin verduas

No olvidemos añadir el menú completo de patatas fritas, refrescos, salsas y postre
¿Qué tal lo llevas?
¿Te empieza a hablar tu estómago con las imágenes que estás viendo?
Puede que lo más probable sea que te esté entrando ganas de picar algo, y es que solemos comer con la vista y con los sentidos, pasa con todo, con una ropa que ves y te gusta y la quieres comprar, con un bolso, o cuando pasas cerca de un bar de playa y te llega el olor a “pescaíto frito” 😉
¿Te ha pasado alguna vez?
A mí sí, de ahí la importancia de poner la conciencia en cómo queremos comer, si elegimos hacerlo de un modo más saludable o elegimos “comer de todo” dejándonos llevar solamente por los sentidos.
A veces no apetece cocinar, quieres que te lo den ya todo hecho, o has quedado con amigos y a la mayoría le gustaría pedir unas hamburguesas en esa hamburguesería que se ha puesto tan de moda, o quizás os apetezca pedir unas pizzas para que os la traigan a casa…
Porque esa circunstancia se dé de forma esporádica, no pasa nada, tenemos que tener flexibilidad con nosotros mismos y también con el círculo que nos rodea.
Lo que hace que consumir comida rápida sea tan negativa para nuestra salud, es la frecuencia con la que se da, así como la forma en la que ese tipo de comidas están elaboradas, y a lo que hay que sumarle todo el acompañamiento extra que se le suele añadir.
Así que por qué no comenzar a hacer nuestras propias hamburguesas caseras, que ya de entrada si compras una buena carne, de esa que la eliges tú en la carnicería y le pides al carnicero que la pase por la picadora…
Este es el principio para comenzar a comer más saludable, y al menos ya sabes que la carne que vas a consumir es carne, es decir, no trae agregados de fécula de patatas, ni potenciadores de sabor, ni muchos otros muchos conservantes, que por cierto…, todos estos añadidos, también lo suelen llevar la carne picada que compras en el súper, esa que viene ya picada lista para hacer tus hamburguesas.
Decidir comprar la carne para hacer tu propia hamburguesa, puede ser el primer paso para mejorar tus hábitos alimenticios y los de toda tu familia.
El siguiente paso será medir la cantidad, es decir, procura que las hamburguesas que hagas pesen entre 120 y 150 máximo (en crudo).
Acompaña con ensalada mejor que con patatas fritas, estaría bien que no abusaras de las salsas.
Respecto al pan a ser posible que tenga algo de calidad, es decir cuanto menos aditivos y azúcares añadidos mejor, y si prefieres hacer tú mism@ el pan… mejor que mejor.
A modo de ejemplo, supongamos que comes tres veces al mes hamburguesas, y dos de ellas son hamburguesas hechas en casa, y tan sólo una es comprada ya cocinada, y de ésta última no sabes cómo ha sido elaborada.
¿No crees que de este modo será mucho más saludable comer hamburguesas que si las tres hubiesen sido compradas ya hechas?
Este tipo de ejemplo es para poder comparar los pequeños cambios que podemos ir incorporando en nuestros hábitos alimenticios, de tal modo que, mantenidos en el tiempo van creando un nuevo estilo de vida mucho más saludable para nosotros mismos y nuestras familias.
Rechazar ciertos alimentos porque creas que no son apropiados para tu dieta, sólo te lleva a sentirte mal y a sufrir de ansiedad.
Aprender a mejorar la calidad de los alimentos que seleccionamos para enriquecer nuestra dieta en cuanto a variedad es la mejor forma de sentirse bien por dentro y por fuera.
Si quieres saber más sobre cómo mejorar tu alimentación, recuerda que en reiníciate te enseñamos cómo puedes hacerlo…